Este martes 13 de octubre de 2020, se llevó a cabo la séptima sesión de la serie de webinars

Retos de la educación médica en tiempos de COVID-19: “Calidad de la educación en Iberoamérica en tiempos de COVID-19”.

Participaron: la doctora Larisa Carrera (moderadora), decana de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), Argentina. Maestro Alejandro Miranda Ayala, director general del Consejo para la Acreditación de la Educación Superior, A. C., COPAES, y presidente de la Red Iberoamericana para el Aseguramiento de la Calidad en la Educación Superior (RIACES), México. Licenciada Marcela Groppo, directora de Acreditación de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU), Argentina. Doctora Ana Isabel Bonilla Calero, jefa del Programa de Sellos Internacionales de Calidad (SIC) de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), España. doctora Irene Durante Montiel, presidenta del Consejo Mexicano para la Acreditación de la Educación Médica, A. C. (COMAEM), México.

Después de la apertura de la sesión y las palabras del doctor Roberto Escalante y el doctor Javier Santacruz, acerca del estado y los efectos de la actual pandemia y de la pertinencia del tema a tratar, la calidad de la educación en este contexto, dio inicio la sesión.

La primera exponente fue la licenciada Marcela Groppo, quien habló sobre la calidad de las carreras de medicina en Argentina y los procesos de evaluación de la calidad y en qué términos los encontró la pandemia en cuanto a la calidad de la educación superior. En Argentina la evaluación institucional, que es obligatoria, debe hacerse cada seis años. En 2017, a la obligatoriedad se le agregó la exigencia de que si una institución desarrolla programas con un porcentaje de 30% o más horas a distancia, debe tener además, validado el sistema institucional de educación a distancia. Las carreras han pasado por distintos tipos de evaluación, entre esos está el proceso de evaluación de Educación a distancia (desde 2017 y 2018). 95 instituciones pasaron la acreditación de educación a distancia. Y de la acreditación de las carreras de grado, hay 49 carreras de medicina que han pasado por el proceso de acreditación en distintos estratos. En la educación de posgrado, han pasado por la acreditación 1120 carreras del área de medicina.

En el área de educación a distancia, cuando llegó la pandemia, el sistema universitario argentino tuvo que llevar a cabo un rediseño en su programación anual, pues las instituciones estaban en muy diferentes etapas implementar la educación a distancia, desde aquellas que lo tenían en la mira como un proyecto, hasta las que lo habían incorporado de forma parcial, pero al enfrentar las condiciones de pandemia, en todos los casos tuvieron que implementar estrategias de enseñanza vía remota con prácticas de emergencia. Todo esto se tuvo que llevar a cabo con un alto porcentaje de profesores que no tenían una formación para la educación virtual. Las estrategias y prácticas remotas de emergencia implementadas por las instituciones abren la pregunta sobre el futuro de las estrategias didácticas y pedagógicas y ponen de manifiesto la necesidad de revisar los modelos de evaluación tanto como los de acreditación. Hacia el futuro, es necesario revisar y analizar las adaptaciones que se harán a partir de esta experiencia, como nuevas formas de educación presencial, prácticas pre-profesionales, supervisión remota de la actividad del estudiante, evaluación de resultados de aprendizaje. Además de que se hace necesario analizar varios otros aspectos, por ejemplo, de todas las prácticas remotas que se implementaron en la emergencia, cuántas van a integrarse a los sistemas educativos de manera permanente; lo importante es pensar en una estrategia pedagógica integral y eso habrá que definirlo en el futuro.

El doctor Alejandro Miranda Ayala dio inicio con una cita de Pitágoras que remata diciendo: “cuando construimos una ciudad todos estaremos convocados”. América Latina es, en este momento, el centro de la pandemia y se está lidiando con ella de la mejor manera posible. En este momento hay una competencia por ver quién saca primero una vacuna. En el ámbito de la industria farmacéutica, en conjunto con los gobiernos, hay tres finalistas, aunque después quizá saldrán más competidores: Reino Unido, China y Estados Unidos. ¿Cuántos no graduados habrá en los equipos de investigadores?, seguramente muy pocos; es decir, el conocimiento universitario está aplicado como una herramienta que puede servir para construir una mejor fórmula de vida. Para esta vacuna, la inversión estimada es altísima, un gasto astronómico e impensable y esto tendrá repercusiones. COVAX es una iniciativa internacional para garantizar la distribución suficiente y equitativa de vacunas entre 165 países, esto es, 60% de la población mundial. El objetivo es entregar dos mil millones de dosis para finales de 2021; México se adhirió a la inciativa en septiembre de 2020. Hay que anotar que Estados Unidos, India y Brasil tienen a más de 50% de personas contagiadas en todo el mundo; sin embargo, Estados Unidos, China y Rusia no se han adherido aún a la iniciativa. Un gran conjunto de estructuras que hoy están obteniendo beneficios, por el uso indispensable de las tecnologías de gestión del aprendizaje, son las corporaciones dueñas de esas tecnologías: FANG (Facebook, Amazon, Netflix y Google), quienes reciben millones en ganancias.

El modelo actual de la educación médica estará sujeto a fuertes presiones para transformarse. La evolución epidemiológica a corto plazo desemboca en que hay diferentes situaciones de transmisión en zonas no contiguas de un mismo país. En México se aplica todavía el modelo de élite: hay competitividad y mérito; alta selectividad en las políticas de ingreso permanencia y egreso y evidencias de buena calidad, basadas en resultados. Pero ¿cuáles son las presiones que habrá para cambiar este modelo? Habrá presiones políticas, tendrá que haber un cambio en el balance del poder. Habrá, o hay, implicaciones bioéticas: es imposible que México continúe como está; un problema bioético que se convertirá en un factor importante: ¿cómo se van a distribuir las vacunas?, no solo para COVID, sino para todas las enfermedades, es un problema de distribución. Los nuevos héroes son los médicos, son los modelos a seguir. Habrá también presiones de tipo económico, tecnológico, social y educativo, por supuesto; habrá que adaptar los programas universitarios: por eso las evidencias empíricas de calidad de los programas de salud son tan importantes.

Si el confinamiento nos desafía, la reapertura será mucho más complicada. No volveremos al pasado, sino al futuro, y para enfrentarlo será necesario innovar las capacidades institucionales:

  1. La capacitación de docentes
  2. Certificación de docentes y de sistemas
  3. Revisión de planes y programas
  4. Correspondencia normativa con las nuevas realidades
  5. Acuerdos con organismos gremiales
  6. Gabinete de crisis
  7. Calidad: nuevos paradigmas

Habrá, pues, que definir nuevos criterios en indicadores adaptativos y deben permanecer los organismos de aseguramiento de la calidad que permitan cumplir con el nuevo reto.

Desde España, la  doctora Bonilla Calero habló de ANECA, el organismo autónomo adscrito al Ministerio de la Universidad de España para contribuir en la calidad del sistema de educación superior mediante la evaluación, certificación y acreditación de enseñanzas, profesorado e instituciones. Las fases de acreditación son tres: 1. Verifica, el proyecto de título y definición de resultados de aprendizaje previstos. 2. Monitor, la implantación de título y el progreso del programa formativo. 3. Acredita, la rendición de cuentas que incluye los resultados del aprendizaje logrados. A los ocho años la universidad se autoevalúa; si se cumplen los requisitos, el programa se implementa ocho años más (esto no solo se aplica a Medicina, también otras áreas académicas pasan por este mismo proceso). En tiempos de COVID, para verificar los títulos universitarios oficiales habilitados para el ejercicio de la profesión de médico es necesario cubrir varias competencias; y varias de esas competencias se pueden adquirir de forma virtual; en cambio, para las habilidades clínicas se requiere estar con el paciente en el contexto de los hospitales y centros de salud, es decir, se necesitan las prácticas tuteladas, que fueron las que se detuvieron durante la pandemia. Hay nuevos retos para las facultades de Medicina y para su certificación están empezando a implementarse en España auditorías virtuales; tan solo la semana pasada finalizaron 26 auditorías virtuales. Hasta ahora han funcionado en otras áreas: ingeniería, informática y química, que posteriormente aplicarán una autoevaluación. Luego se quiere extender a otros ámbitos como el de la medicina. Si hay prácticas clínicas a distancia, muchas prácticas que han sido presenciales, se pueden sustituir por éstas; pero no se puede minimizar que los médicos tendrán en sus manos la salud y vida de personas, por lo que se tiene que ser muy cuidadoso.

La última intervención fue de la doctora Durante, quien dio inicio dedicando unas palabras a la sensible pérdida del doctor Guillermo Soberón Acevedo, quien fuera el primer presidente de COMAEM en 2002. Luego dio paso a su ponencia, relativa a la calidad de la educación médica. El tema de la calidad en la educación médica data de la antigüedad, y desde esa época ha habido un énfasis en la responsabilidad social de los profesionales frente a la salud de la población. Ya en la época moderna, en 2005, en el llamado a la acción de Toronto se establecen mecanismos de cooperación entre las instituciones educativas y servicios de salud; uno de los objetivos es acercarse a un modelo universal y equitativo de atención de calidad que satisfaga las necesidades de salud de la población. La acreditación internacional cuenta con el reconocimiento de la OMS. En las instituciones que son acreditadas esto se considera un incentivo para que los estudiantes quieran cursar la carrera en una institución acreditada; esto asegura, sobre todo, que se logre una calidad mundialmente aceptada. En México, la COMAEM se orienta a garantizar la calidad de excelencia en todo el país y, ahora, en el ámbito internacional. Es necesario fortalecer y reconocer la formación médica en México y en los países latinoamericanos. Las instituciones que ven por la calidad del proceso de acreditación son: Copaes, WFME y ECFMG.

Las instancias que acreditan deben estar siempre actualizándose. Es necesario contar con sostenibilidad para educación médica: tener una plataforma para generar información en la que las escuelas puedan introducir la evidencia, inscribir su autoevaluación, escribir su informe y, de ese modo, el consejo puede establecer un dictamen. Es necesaria la internacionalización de la acreditación, pero que sea solidaria y no subornidada, reforzar el trabajo que ya se hace y fortalecer lazos entre instituciones en Iberoamérica. En esta pandemia, la insituciones evaluadoras se ven en la necesidad —igual que las instituciones educativas—, que más bien es una oportunidad, de tener una visita de evaluación en línea, pero solo para reforzar los lineamientos y para actualizarse.

En este momento se llevan a cabo varias evaluaciones y acreditaciones en México, Costa Rica, Guatemala y Ecuador. Varios países han mostrado interés y están pendientes del curso de inducción.

Ya al final de la sesión, se hizo la invitación al Foro de Conocimiento y Transformación 2020, un programa de mejor salud, formación y educación del personal sanitario, que se llevará a cabo el 21, 22 y 23 de octubre, también de manera virtual, y contará con pláticas en las mañanas y talleres en las tardes. Esto, con el fin de construir puentes entre el Reino Unido y México, para fortalecer los sistemas de salud de ambos países.

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