Este martes 1 de septiembre de 2020, se llevó a cabo la segunda sesión de la serie de webinars

Retos de la educación médica en tiempos de COVID-19: “Decisiones Institucionales frente a la Pandemia”.

Los participantes fueron: la doctora Maria del Coro Arizmendi (moderadora), directora de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM. El doctor Germán Fajardo Dolci, presidente de ALAFEM y director de la Facultad de Medicina de la UNAM. La doctora Asa Oxner, vicepresidenta profesora asociada en Medicina Interna de la Universidad Florida del Sur, (Estados Unidos). Y el doctor Ocean Williams, director de Sea Mar Global Health Connect, médico especialista en Medicina Familiar del Centro de Salud Comunitario Sea Mar en Seattle, profesor del área clínica del Departamento de Medicinia Familiar de la Universidad de Washington, Seattle (Estados Unidos).

Los tres ponentes hablaron sobre cómo cada institución a la que pertenecen está enfrentando la pandemia desde el punto de vista educativo. Los tres coincidieron en que lo más importante era mantener a los estudiantes a salvo y protegidos de posibles exposiciones a contagios. Por esa razón, en los tres casos se aclaró que los estudiantes no tenían contacto directo con pacientes que fueran sospechosos de COVID-19 y, mucho menos, pacientes confirmados. Cada institución está implementando protocolos distintos para que los estudiantes puedan continuar con su formación, aún sin horas clínicas, en especial gracias a las herramientas tecnológicas con que se cuenta hoy en día.

 

La doctora Asa Oxner habló de la telemedicina y los servicios de consejería. Alumnos y residentes pudieron participar en dinámicas a distancia a las que, de otro modo, tal vez no hubieran tenido acceso. Uno de los ejemplos que puso es que hay pacientes sospechosos o confirmados de COVID-19 que, aun desde casa, pueden tener monitorieo gracias a un dispositivo muy parecido a un reloj de pulsera (muy semejante a un applewatch), que permanentemente comunica los niveles de oxígeno, frecuencia cardiaca o temperatura; los estudiantes pueden monitorear esos signos a distancia, sin tener contacto con el paciente y, por lo tanto, sin ponerse en riesgo. El monitoreo de signos vitales en casa es de veinticuatro horas, los siete días de la semana; si hay anormalidades en los signos vitales, por ejemplo, que los niveles de oxigenación no se restablezcan, los médicos llaman al paciente y si después de aplicar el protocolo no hay mejoría, se lleva al paciente al hospital. La doctora Oxner también explicó las medidas que se están tomando, no solo para proteger a los estudiantes, sino para continuar con su educación; los alumos, por ejemplo, pueden hacer videovisitas a los pacientes, por las tardes, así se aseguran de que los pacientes en cuarentena se encuentren estables. Según la doctora, en su rotación usual, alumnos no hubieran podido tener acceso a estas dinámicas.

Ya en la sesión de preguntas y respuestas se abundó sobre el hecho de que los estudiantes no están en contacto con pacientes graves de COVID y, mientras las condiciones sanitarias no estén garantizadas, no podrán regresar a las prácticas en hospitales como se venían dando hasta inicios de este año. En el caso del doctor Ocean Williams, en Sea Mar, detalló que la experiencia de los alumnos con la telemedicina ha sido muy buena: “He notado que les gusta mucho, porque pueden centrarse en la historia clínica; pueden poner al paciente en espera si lo necesitan y llamar al académico para una conferencia; pueden hacer una observación directa entre académico y estudiante, ambos por teléfono, pero sin la distracción de que el académico esté en la visita en persona, los estudiantes así se sienten más independientes, pero con adecuada supervisión, y quizá por eso les gusta”.

Ante las interrogantes que le hicieron al doctor Fajardo, éste detalló que la Fundación Slim  y el CIE financian el hospital que se instaló en el Centro Citibanamex: “De la bata blanca, como se dice, el hospital es atendido por médicos de la secretaría de salud de la CDMX.  Y un número importante de médicos contratados para este fin son egresados de la UNAM”. Ante la pregunta de quién proporciona el equipo de protección al personal médico, dijo que son las propias instituciones de salud y de seguridad social, pues son quienes tienen que proveer equipo a los internos y a los residentes, desde luego.

La serie de webinars seguirá llevándose a cabo hasta el mes de octubre. La siguiente sesión será el martes 8 de spetiembre, con el tema “Impacto psicológico de la pandemia en la comunidad universitaria”.

El doctor Ocean Williams recordó que el primer paciente de Estados Unidos que se confirmó como paciente de COVID-19 fue cerca de Seattle, hace unos siete meses. En Sea Mar, las rotaciones clínicas de pregrado estuvieron canceladas de marzo a junio. Y  los estudiantes no atendían pacientes de COVID. En este momento, de hecho, si llegan a tener contacto con estos pacientes es solo con quienes no están graves y es a discreción del médico. Una de las estrategias educativas que se propusieron fue preguntarle a los alumnos si querían cambiar a una evaluación de solo aprobado o reprobado, los estudiantes dijeron que con ese método no podían mostrar todas sus habilidades, y prefirieron no cambiar a un sistema binario, pues les preocupaba ser menos competitivos que otros estudiantes en el momento de aplicar para una residencia, también los desalentaba la idea de hacer muchos exámenes. Evidentemente, se siguen todos los protocolos para cambiar las dinámicas de las rotaciones: lavado de manos, uso de mascarillas, uso cubrebocas; se toma la temperatura constantemente y se mantiene la distancia física; las reuniones son por teléfono, no comen juntos ni se reúnen en grupo bajo ninguna circunstancia e incluso descansan en sus propios autos o hacen caminatas, pero ir en grupo.

Para brindar atención médica, se recurre a la telemedicina. Se hacen las citas vía telefónica o por video, a menos que se identifique como necesario acudir en persona para un estudio, una ecografía obstétrica, la aplicación de vacunas, etcétera. Si hay pacientes sospechosos de COVID-19, se les aplica la prueba para ver si tienen el virus, se les pone en cuarentena con objetivo de aislar a pacientes sospechosos y casos positivos. También se le agenda una cita a los pacientes y se realiza la prueba de COVID desde su propio coche. Los estudiantes pueden atender a una sesión por video. Al final se platica por teléfno sobre los casos más interesantes, para que todos puedan aprender.

 

La última intervención fue del doctor Germán Fajardo, quien habló de algunas de las decisiones institucionales de la UNAM frente a la pandemia. Mencionó que del programa “Dona un kit”, ya se han entregado más de 600 000 kits a los residentes, es un programa vigente y se invita a toda la comunidad universitaria a unirse, no solo por lo que significa hacer esa donación, sino porque es una manera de reconocer la labor de los residentes. Además, la UNAM está llevando a cabo varias iniciativas, en conjunto con instituciones privadas como el Hospital ABC, el Tec de Monterrey, la Fundación BBVA o la Fundación Slim. Una de las actividades, por ejemplo es que en conjunto con el Tec Monterrey y con la fundación BBVA, se implementaron cursos sobre cosas prácticas, como cómo entubar un paciente con COVID, pues no solo se trata de ver el video de manera asincrónica (cuando el alumno lo solicite), sino que estos cursos se han esforzado por hacer la simulación, para ayudar a los estudiantes en su aprendizaje, aunque no estén directamente en contacto con el paciente.

 

El doctor Fajardo hizo énfasis en el hecho de que este es un momento histórico sin precedentes y la prioridad es la seguridad de los estudiantes, por supuesto a la par que la de los pacientes. En cuanto a la enseñanza clínica, se está abordando con casos de simulación en línea. Dijo también que, dado el tamaño de la comunidad universitaria, es muy difícil poder regresar a la enseñanza en los hospitales sin una vacuna, por la gran cantidad de alumnos.

Finalizó su intervención subrayando que es necesario que nos adaptemos a la situación actual. En este momento no se tienen respuestas únicas, sino parciales y temporales: “Solo juntos funcionarios, docentes y alumnos podremos enfrentar esta situación única que estamos viviendo y enfrentando”.

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