Este 20 de octubre de 2020 se llevó a cabo la sesión conjunta de la Facultad de Medicina

de la Universidad Nacional Autónoma de México con la Academia Mexicana de Cirugía La academia contigo, a las 11:00 horas. Los participantes fueron: el doctor Rogelio Chavolla Magaña (coordinador), secretario académico de la División de Estudios de Posgrado, Facultad de Medicina de la UNAM y académico de número de la Academia Mexicana de Cirugía. Doctor Germán Fajardo Dolci, director de la Facultad de Medicina de la UNAM y académico titular de la Academia Mexicana de Cirugía. Doctor Rubén Argüero Sánchez, jefe del Departamento de Cirugía de la Facultad de Medicina de la UNAM y académico emérito de la Academia Mexicana de Cirugía. Y el doctor Juan Miguel Abdo Francis, presidente de la Academia Mexicana de Cirugía.

Abrió la sesión el doctor Juan Miguel Abdo Francis, un momento después, el doctor Chavolla dio la bienvenida a la reunión académica y presentó a los participantes, para ceder luego la palabra al doctor Fajardo, quien dirigió un mensaje de bienvenida a los participantes y extendió: “Un reconocimiento a todas las compañeras y compañeros médicos, en esta semana emblemática para la medicina mexicana —en que se conmemora el Día del Médico en México, el 23 de octubre— que siempre han trabajdo en beneficio de la salud de los mexicanos, y más ahora en esta pandemia en que luchamos contra el COVID-19”. El doctor Fajardo continuó con una breve descripción de los temas que trataría cada médico durante su intervención y enfatizó la hermandad entre las dos instituciones participantes. Dijo también que todos esos temas se conjuntaban con lo que históricamente se ha hecho en materia de medicina y tiene que ver con lo que viene: cómo está cambiando la cirugía y cómo, desde la UNAM, podemos vislumbrar estos cambios que se llevan a cabo en el mundo: cómo a través de la simulación y de la realidad virtual se puede aprender mejor, tener mayor seguridad en los procedimientos con el paciente y cómo los procedimientos son cada vez más seguros y más rápidos; habló de cómo la cirugía robótica, algo de lo que se habla poco todavía, y los nanorobots van a cambiar el rumbo del tratamiento de varias enfermedades en el mundo, igual que innovaciones como la impresión de órganos en 3D. Lo importante, finalizó, es tener una visión crítica y analítica sobre cómo se deben incorporar esos avances para ir a la par de lo que está pasando en el mundo, para ser preoveedores de innovación, que tanta falta hace en nuestro país.

La primera intervención corrió a cargo del doctor Argüero Sánchez, con la ponencia “La educación quirúrgica en el programa de pregrado de la Facultad de Medicina de la UNAM”. El área de educación quirúrgica de pregrado en el departamento de Ciugía cuenta con aulas para el aspecto teórico y, por supuesto, con quirófanos que son un escenario real. En las aulas se específica lo más importante, puesto que son alumnos de segundo año, y se imparten los conceptos claves de lo que significa estar en un proceso quirúrgico: el lavado de manos, la correcta colocación de los guantes y bata, el manejo adecuado de ropa e instrumental quirúrgicos, conceptos básicos de asepsia y antisepsia, etcétera. En cuanto a los procedimientos, que son manuales, en la etapa cognitiva deben ser repetitivos y, en la etapa de integración, una vez que se han memorizado los pasos, y que, por ejemplo, se completó la integración de los reflejos visuales-cerebrales, los procedimientos deben convertirse en algo sencillo y automático; esto brinda al estudiante confianza, rapidez y eficiencia. La cirugía se enseña, sobre todo, mediante la experiencia, aplanando la curva de aprendizaje; el reto es que esa curva se minimice para que las complicaciones sean mínimas y que la automatización y destrezas necesarias pasen a formar parte, lo antes posible, de la experiencia de los cirujanos, quienes deben aprender también a trabajar en equipo y la seriedad de trabajar en un quirófano. El quirófano es un lugar en el que, muchas veces, se está jugando la vida de un paciente.

El doctor Argüero también enumeró algunas de las prácticas que se imparten: inyección endovenosa, cómo se coloca una sonda nasogástrica, cómo se realiza la sutura de heridas o la inyección intramuscular, para la cual se cuenta con un modelo electrónico muy sofisticado, que da aviso de cuándo una inyección se aplicó en una vena, una arteria o un nervio; todas estas prácticas se pueden repetir las veces que sea necesario, puesto que se realizan con modelos de simulación. Hacia el final, enfatizó la importancia de que la enseñanza se realice mediante el ejemplo, puesto que no puede haber incongruencias entre lo que un profesor dice y su comportamiento cotidiano.

El doctor Jesús Tapia Jurado, por su parte, habló de “La educación quirúrgica en el posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM”, y estableció que para poder visualizar el futuro del aprendizaje de los cirujanos, es necesario hablar de forma conjunta del nuevo concepto: el de un cirujano científico: aquel profesional que brinda su servicio con una comunicación asertiva, efectiva y segura, además de contar con varias habilidades, no sólo clínicas, sino también que beneficien a sus pacientes y, por lo tanto, a la sociedad. Todo esto sustentado en los pilares fundamentales del aprendizaje que son: el saber, el saber hacer y el saber ser. Por lo anterior, la División de Estudios de Posgrado está siempre interesada en brindar educación de excelencia y mantiene en constante renovación su Programa Único de Especialidades Médicas, por esta razón se ocupa de varios desafíos para la medicina que se presentan en este siglo XXI, como la vertiginosa innovación en tecnología, que ha avanzado de manera sustancial en los últimos años. En cuanto al futuro de la cirugía, se puede decir que lo que se vislumbra para un futuro inmediato y, en muchos casos, ya se está experimentando, es muy bueno para atención quirúrgica de los pacientes, algunos ejemplos serían la imagenología de la superposición, la realidad virtual y aumentada, la cirugía a distancia o la bioimpresión 3D para trasplantes de órganos; en aspectos más médicos que quirúrgicos, indudablemente relacionados, se encuentran también prospectos como vacunas contra el cáncer o todo tipo de infecciones, el manejo adecuado de microbiota, medicina regenerativa o el sistema CRISPR en genética, además de las varias aplicaciones tecnológicas portátiles que reportan, por ejemplo, las condiciones generales de salud de una persona. En cuanto a la cirugía robótica, que es ya una realidad, habló de la minirobótica, y puso como ejemplo el ViRob: un dispositivo de titanio que realiza varias funciones de limpieza, toma biopsias y deposita fármacos al interior del organismo; dispositivos como este permiten una mayor precisión, disminuyen los errores y, por lo tanto, brindan al paciente mayor seguridad.

El doctor Tapia habló también de los diez aspectos claves en el proceso de aprendizaje neurobiológico del adulto, que se deben tomar en cuenta como parte de estrategias efectivas de aprendizaje. Estos aspectos abarcan desde un manejo adecuado del estrés hasta la participación activa entre el tutor y sus alumnos; esto, sin olvidar que los estudiantes pertenecientes a la generación de los Millenials son mucho más expertos en las tecnologías de la información y de la comunicación. Es necesario ampliar las estrategias educativas y aprovechar y apoyarse en las tecnologías antes mencionadas; así como también aplicar los principios básicos de una educación ética, otro de los aspectos fundamentales del aprendizaje. El aprendizaje por simulación quirúrgica tiene también muchísmas ventajas, como la educación interactiva, analítica, reflexiva y consensada, entre otras. El doctor Tapia concluyó con la propuesta de que los residentes aprendan bajo un nuevo paradigma: “Vea una, simule hasta que adquiera la habilidad y ofrezca seguridad, haga suficientes para ser un experto y eneseñe hasta que sus alumnos aprendan”.

El doctor Chavolla Magaña, en su intervención “Panorama de las especializaciones quirúrgicas en el Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM”, inició con un recuento histórico, para dar paso a ejemplos concretos del ENARM. En las estadísticas de 2012-2016 del Examen Nacional para Aspirantes a las Residencias Médicas, se muestra claramente cómo entre los inscritos y los seleccionados hay una enorme diferencia, y aclaró que las plazas siempre han sido insuficientes; cada año se incrementa el número de inscritos y sustentantes, aunque los seleccionados prácticamente no aumentan; tomando en cuenta este principio, afirmó que las cifras han cambiado poco y que en este momento, hay aproximadamente unos 23 106 residentes en todo el país, de los cuales, la Facultad de Medicina alberga 9 994, esto es, 43% de los residentes de todo México; otro aspecto a destacar es que la UNAM es la que cuenta con una mayor oferta de especialidades, entre todas las facultades del país, que cuenta con 78 especialidades reconocidas. De las especialidades quirúrgicas: de los 9 316 residentes inscritos en las 78 especialidades del PUEM, en el ciclo lectivo 2017-2018, 2 612 corresponden a veinte especialidades que contemplan procedimientos quirúrgicos en su plan de estudios. De Alta Especialidad (que antes se conocían como subespecialidades) hay 88 hospitales sedes, 1 229 alumnos inscritos y 83 programas son derivados de programas de cirugía. Entre los graduados por especialidades, en 2017, Medicina Familiar tuvo 279 y, por ejemplo, Ginecología y Cirugía General, que son troncales, tuvieron 188 y 225, respectivamente.

El doctor Chavolla abundó sobre los planes y programas de estudio, y en cuanto a las estrategias de enseñanza-aprendizaje, estableció que el objetivo es capacitar tanto a residentes como profesores en las nuevas tecnologías de la educación, con la finalidad de lograr un aprendizaje más reflexivo, crítico y responsable, en la que la autonomía del estudiante es fundamental. Posteriormente, al hablar de retos a superar, enumeró nueve, entre los cuales se encuentra la necesidad de educar sobre principios éticos, bioéticos, humanos y de profesionalismo; o también favorecer la práctica quirúrgica basada en cirugía segura, además de mantener un desarrollo profesional continuo.

Al final de su intervención, el destacó que el énfasis en el profesionalismo y la ética se han logrado, y como muestra está el hecho de que: “Nuestros médicos residentes y médicos en general se han comportado con profesionalismo y han arriesgado incluso su salud y bienestar durante esta pandemia”.

Por último, el doctor Juan Miguel Abdo dio un panorama histórico con el tema de “La Academia Mexicana de Cirugía y sus acciones de vinculación”, dio la definición de la Academia Mexicana de Cirugía, una corporación científica dedicada a la investigación, estudio, fomento, perfeccionamiento y desarrollo educativo de las disciplinas médico quirúrgicas; estableció su misión, visión y valores; y detalló la presencia de sus integrantes tanto nacional como internacional y sus publicaciones, entre las que destacan un documento facsimilar: De Humanis Corporis Fabrica Libri Septem, de Andrés Vesalio, cuyo original se encuentra en la Biblioteca Palfoxiana de Puebla. Enumeró también diversas actividades de la Academia, entre las cuales se encuentran la Semana Quirúrgica Nacional, llevada a cabo de manera ininterrumpida cada dos años, que se estableció en el año de 1958 y cuya emisión en el contexto de la pandemia tendría que ser por vía virtual. Está también el Premio Nacional de Cirugía Francisco Montes de Oca, establecido en 1960 y que también se entrega de manera ininterrumpida desde entonces. La Academia tiene también actividades de consultoría, de apoyo a la formación y educación y de vigilancia y certificación médica, entre otras. El programa La academia contigo es un programa de vinculación con universidades y escuelas, en particular con la UNAM, con quien tiene desde hace muchos años distintos convenios de colaboración.

Una de las labores más importantes de esta alianza fue el programa Dona un kit: la Cámara de diputados realizó la donación institucional de más de 125 millones de pesos a la UNAM para la compra de cuatrocientos mil kits de protección destinados a médicos, enfermeras, residentes e internistas que atienden a personas con coronavirus. Esa compra se supervisó a través de un comité técnico y científico que integró la UNAM a través de la fundación UNAM y del Posgrado de la Facultad de Medicina, y fueron convocados, tanto la Academia Nacional de Medicina como la Academia Nacional de Cirugía, cuyos presidentes formaron parte de ese comité y se trabajó para poder apoyar esa gran iniciativa de la Universidad Nacional, como parte de un compromiso también social.

Por lo anterior, el presidente hizo entrega, a nombre de La Academia Mexicana de Cirugía, de un reconocimiento: «A la Universidad Nacional Autónoma de México por su liderazgo en la formación de profesionales de la salud y su participación en el programa “La Academia Contigo”». Reconocimiento que le hicieron llegar al doctor Chavolla, quien lo mostró a cámara.

El doctor Germán Fajardo Dolci dio por finalizada la sesión con un brevísimo mensaje acerca del trabajo que aún queda por hacer en materia de salud y educación médica y enfatizando que si vamos a salir adelante, solo es posible hacerlo juntos, como en el caso de estas dos instituciones.

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